Lo único que cuenta
Pasa todos los años. Le pasa a los mejores. Llega el día en que nos preguntamos si todo esto vale la pena. ¿Estamos haciendo una diferencia? La tarea nos abruma; las demandas son siempre crecientes. Como maestros de niños pequeños, rara vez vemos resultados inmediatos a nuestros esfuerzos. El año pasado, en un día de aquellos, escribí estas palabras y se las entregué a mis colegas como una muestra de apoyo:
La suma de nuestros días es un conteo de todo lo bueno y lo malo.
Cada día, cada momento es una oportunidad de sumar un poquito a lo bueno, o a lo malo.
La decisión es nuestra.
Así que venimos cada día,
a ver lo mejor en cada niño,
hacer lo mejor que podamos
y esperamos haber sumado un poco
a lo bueno en sus vidas.
Cuando todo se haya dicho y hecho,
eso es lo único que cuenta.
Solo podemos esperar
que seamos recordados
por haberlos dejado ir
un poquito más inteligentes,
con un poquito más de confianza,
un poquito más felices,
que cuando entraron por nuestras puertas.
Susan Hansen tiene 15 años de experiencia enseñando en la primaria y nivel medio. Actualmente es asesora de instrucción para docentes de sexto grado. El poema que compartimos aquí fue traducido del inglés, y fue publicado en marzo del 2015 por primera vez en su blog: